jueves, 17 de noviembre de 2011

Oroaetus isidori ( Águila de copete o Águila coronada)

Harpyhaliaetus coronatus 1.jpg


Clasificación científica

Reino:                Animalia
Filu:                    Chordata
Clase:                 Aves
Orden :              Falconiformes
Familia :           Accipitridae
Subfamilia :     Buteoninae
Genero:             Harpyehaliaetus
Especie:             H. coronatus 


Hábitat
El águila solitaria coronada habita preferentemente campos semiabiertos, desde sabanas y estepas hasta zonas de bosque ralo, ocasionalmente llegando a zonas de campo cerrado o selva en galería. Más raramente alcanza zonas de colinas bajas o marismas.


Descripción
Es grande, alcanzando la hembra de 80 a 85 cm y el macho de 75 a 79 cm de longitud. Tiene alas largas y anchas, y la cola corta. La cabeza es de color ceniciento, con una cresta prominente y nutrida. El dorso es grisáceo, y el vientre gris moteado de pardo. Las alas son gris pizarra, más oscuras que el cuerpo, con la punta negra. La cola es oscura, con una franja blanquecina bien nítida en la sección media, una banda subterminal negra y la punta blanca.
El pico es de color negro, y la cera amarilla, al igual que las patas. El plumaje juvenil es más pardo, con el dorso oscuro, la cabeza, la garganta y el vientre blanquecinos con estrías pardas.
Alimentación 
El tamaño de sus garras y el poder de sus tarsos le permiten a esta águila alimentarse de mamíferos y aves de buen tamaño (pavos, puerco espines, ardillas y perros de monte entre otros) (Márquez y Rengifo 2002).

La estrategia de caza de esta especie generalmente consiste en volar bajo sobre el dosel del bosque, buscando presas (Hilty y Brown 1986, del Hoyo et al. 1994). Planea con las alas en posición horizontal y hace presa de grandes aves y mamíferos arbóreos, como paujiles o ardillas (Hilty y Brown 1986).

En la Reserva Natural Nirvana se ha observado a esta especie alimentándose de guacharacas (Ortalis sp.) y en La Cocha según los habitantes locales se alimenta de los churucos (Lagothrix lagothricha lugens) que suben desde el Putumayo durante la época de Semana Santa. También hace presa de gallos y pollos domésticos (E. Constantino com. pers. en Hilty y Brown 1986). En el alto Quindío se observó un adulto que llevaba un perezoso en las garras 

Reproducción


Las hembras ponen 1 o 2 huevos en grandes nidos.
En el valle medio del río Miraflores y las partes vecinas a la Reserva Natural La Planada, donde habita una pareja, se encontró el 11 de mayo de 1997 un nido activo, dicho nido estaba en la pendiente occidental del río Miraflores donde el valle es más o menos angosto. Los alrededores del nido estaban cubiertos por bosques maduros con un dosel de 22 m de altura, exceptuando algunos árboles prominentes. El nido estaba en la copa de uno de los árboles más gruesos y altos de una pendiente, con un diámetro de 1.5 m y una altura de 38 m. El árbol era un Otaba sp. (Myristicaceae) con copa abierta que sobresalía unos 16 m por encima del dosel del bosque. El nido estaba hecho de ramas gruesas. Se pudo observar a la hembra sentada en el nido (probablemente incubando), mientras el macho permaneció unos metros arriba en una rama horizontal de la copa. En una segunda visita al lugar, la hembra se mantuvo un tiempo sola en el nido y en el instante cuando llego el macho, ambos vocalizaron un fuerte “pe-e-e-eo”, tal como se describe en Hilty y Brown (1986). El 6 de febrero del mismo año se observó a la pareja cazando en el borde de un bosque en el filo nororiental del valle. Los dos individuos volaban bajo y alineados sobre un bosque maduro con una distancia entre ellos de unos 150 m y siguiendo la dirección del filo (Márquez y Rengifo 


Factores de riesgo 
Esta especie está en peligro debido principalmente a la fragmentación y destrucción del hábitat en donde habita. Se considera que el guamán ha perdido un 63% de su hábitat y que posiblemente debido a la presión de cacería y su consecuente eliminación de individuos (adultos y juveniles), esta especie ha perdido más del 30% de su población en 3 generaciones (más de treinta años) (Renjifo et al., 2002). Paralelo a las amenazas descritas anteriormente se pueden mencionar otros factores que posiblemente han venido repercutiendo negativamente sobre las poblaciones de esta especie tales como la extracción de árboles de gran porte y maderas finas lo cual se convierte en un limitante para la reproducción de la especie al igual que la competencia por presas debido a la caza indiscriminada en los lugares en donde habita el guamán. Es importante anotar que los individuos juveniles fácilmente adquieren el hábito de cazar aves de corral y mamíferos domésticos en los vecindarios de sus territorios, razón por la cual son heridos o eliminados con relativa facilidad. Esta situación en el largo plazo no permite el reclutamiento de individuos a la población, haciendo la especie más vulnerable  

[editar]









No hay comentarios:

Publicar un comentario